lunes, 4 de febrero de 2019

XIX Media Maratón de Guadalajara - Visitando la Alcarria


Domingo 16 de Diciembre del 2018

“Os invitamos a que echéis un ojo a nuestro CIRCUITO que tiene fama de ser uno de los más duros entre las medias maratones de España no solo por su perfil sino también porque las tierras alcarreñas no son precisamente muy dadas a altas temperaturas en el mes de Diciembre.”

Con esta advertencia nos recibe la página web de la Organización de esta media maratón y parece que este ha sido su principal objetivo al diseñar el trazado, buscando siempre la cuesta más pronunciada. Y personalmente me parece una buena idea, ya he comentado que no estoy de acuerdo con la tendencia actual de suavizar los recorridos buscando los menores desniveles para hacer el circuito más rápido y aumentar la participación.

Creo que somos muchos los corredores que ya no estamos buscando mejorar nuestras marcas y nos gusta más superar retos de mayor esfuerzo y menor velocidad. En cualquier caso cada corredor busca sus objetivos y elige las carreras en función de ellos y por eso hay carreras todo el año, distintas distancias y recorridos variados.

Esta media maratón de Guadalajara la recomendaría para todos aquellos corredores a los que no les de miedo el frio y la lluvia, que disfrutan de los cambios de ritmo y los esfuerzos cortos y explosivos que genera un recorrido con muchos toboganes, largas subidas y giros constantes. Aquellos que huyen de la masificación y de las carreras de “moda” con un gran respaldo mediático y muchos medios, pero que por supuesto no quieren renunciar a una buena Organización, unos servicios completos y una buena bolsa del corredor (incluido unos típicos bizcochos borrachos).

Tampoco es la carrera adecuada para los que busquen un recorrido monumental, ni atravesar paisajes para recordar en lugares idílicos. Y por supuesto abstenerse todos aquellos corredores que necesiten de los ánimos del público para cubrir los kilómetros del recorrido, excepto en algunos puntos donde se junta algo de público o donde hay un grupo de animación, aquí se corre solo y cada uno se genera su propio aplauso.

Aquel que cumpla con este perfil será siempre bien recibido en Guadalajara y como me paso a mi disfrutara y sufrirá a partes iguales para llevarse un muy grato recuerdo de una carrera y de una ciudad fuera del circuito turístico pero que bien merece una visita.














http://lamediadeguada.blogspot.com/

Una mañana muy gris con previsión de lluvia me recibe en Guadalajara. He salido de Madrid chispeando pero según me acerco a la capital alcarreña ha dejado de llover y cruzo los dedos para que aguante así. No me gusta nada correr empapado y además el asfalto se pone resbaladizo y peligroso.

Recojo mi dorsal en la pista de atletismo sin hacer cola, es una de las muchas ventajas de correr fuera de la capital, todo resulta más amigable y menos complicado. Todavía me queda una hora para empezar y aprovecho para tomarme un café en el polideportivo cercano en donde he aparcado el coche. Otro corredor se sienta en la mesa que yo ocupo y entablamos conversación. Me doy cuenta de que empiezo a ser un veterano en estos de las carreras populares, comentamos de pruebas interesantes y en todas he participado o he oído hablar de ellas. Por supuesto nos ahorramos comentar nuestras marcas, entre veteranos eso no tiene demasiada importancia. El es de Guadalajara pero ahora vive en Madrid y nunca se pierde la carrera de su pueblo, mi abuelo era de Guadalajara y mi padre está enterrado en su cementerio pero es la primera vez que voy a correr por las calles de Guadalajara.

Nos despedimos deseándonos suerte y me voy directo al coche a cambiarme y ponerme el dorsal. Como siempre surge la duda de abrigarse mucho o poco, al final da un poco igual mientras no empiece a diluviar. Me dirijo a la avenida donde está la salida de la carrera y ya hay mucha gente calentando, casi todos son grupos de corredores de algún club de la ciudad o alrededores, pocos somos los corredores que de forma individual nos animamos a correr en estas carreras con menos nombre.


Ya estamos todos colocados tras la pancarta de salida. Suena el pistoletazo de salida y nos coge a todos descolocados. No ha habido cuenta atrás o al menos no la hemos oído los que estábamos más retrasados. Como la salida es común a los de la media maratón y los 10 km los ritmos son muy distintos y se producen algunos acelerones y frenazos desagradables, sobre todo cuando abandonamos la avenida y nos metemos por las calles más estrechas de Guadalajara.

Yo intento ir tranquilo la primera vuelta y disfrutar del paseo, sé que es una carrera con mucho sube y baja y prefiero dejarme fuerzas para la segunda vuelta, además no corro en ninguna carrera desde verano y no se realmente como me voy a encontrar aunque en los entrenamientos me ha ido bien.

No es una carrera que pase por muchas zonas monumentales, de hecho rodea el centro de la ciudad. Pero aun así a nuestro paso queda el Panteón dela Duquesa de Sevillana, la iglesia de San Gines, la iglesia de San Francisco y la Iglesia de Santa Cruz, además de bordear el Parque de la Concordia.


Identifico un par de cuestas importantes en los primeros kilómetros del recorrido sobre todo una con trampa ya que comienza suave unos 300 metros para girar a la izquierda y sin previo aviso empinarse unos 200 m realmente exigentes, me la apunto para que no se me atragante en la siguiente vuelta. Llegado al avituallamiento del kilómetro 5 el recorrido se sale de la ciudad y nos conduce por las anchas avenidas del extrarradio siempre en ligera pendiente y en donde el viento que nos ha dado de espaldas o no lo notábamos al estar protegido por los edificios ahora nos da de cara y obliga a un desgaste mayor.

Esta zona es quizás la más aburrida y hay que mentalizarse para que el ritmo no decaiga. Tomamos la Avenida del Sol y al fondo nos espera la estatua del ciclista. A partir de esta rotonda tomamos la larguísima Avenida de Aragón que se hace interminables, siempre subiendo, al menos en el último tramo tenemos como referencia la gran estatua de Don Quijote de la Glorieta Hispano América que nos indica el principio del fin, a partir de ahí es todo cuesta abajo hasta la meta.

Termino la primera vuelta con buenas sensaciones y mientras gran parte de los corredores que solo participan en los 10 km se desvían a la meta yo continuo y me enfrento a la segunda vuelta. A partir de ese momento la carrera se vacía, ya cada uno corre en solitario o en pequeños grupos.


Unos cientos de metros delante veo el globo de la 1:50 minutos, para mí sería un buen objetivo pero me da miedo acelerar ahora la marcha y pagarlo en el tramo final de la carrera. Procuro no cebarme con el globo y seguir a mi ritmo pero poco a poco le recorto el terreno que nos separa y me coloco a su altura. Es un grupo muy reducido formado por la liebre y otros tres corredores, esto facilita mucho seguir el ritmo sobre todo a los que estamos acostumbrados a correr en solitario por lo que decido que es una buena rueda a seguir y me dispongo a llegar con ellos hasta la meta.

Alguno de los corredores que me acompañan debe ser de la zona porque va saludando a los pocos animadores que hay en el recorrido y a los policías que regulan nuestro paso. Al pasar por una zona de casas de pisos comentan que todos los años hay una señora mayor que anima desde su balcón al paso de los corredores, y allí esta cuando pasamos por debajo de su ventana. Le agradecemos los ánimos y ella se despide hasta el año que viene, estoy convencido que a la buena señora no le interesa nada el deporte y mucho menos las carreras populares pero seguro que en la próxima edición volverá a salir a su balcón para animar a los corredores que una vez al año toman su tranquila calle de Guadalajara.


Llegamos a la cuesta trampa, yo ya estoy sobre aviso y la liebre también, pero uno de los corredores que hasta ese momento había sido el más hablador del grupo empieza a sufrir y cuando la cuesta gira para empinarse aún más cede y empieza a andar. El público le anima para que no pare y el corredor del globo baja el ritmo y le intenta esperar. Vuelve a correr y parece que recupera ánimos pero yo ya me he adelantado unos metros y decido no esperar.

Vuelvo a correr solo y a mi ritmo y cada vez voy dejando atrás el globo, es muy buena señal siempre que las fuerzas me acompañen hasta el final. Ya alcanzamos el tercer avituallamiento del kilómetro 15. He aprovechado los metros de cuesta abajo anteriores para tomarme el gel que llevo en el bolsillo y afrontar con nuevas fuerzas los últimos 6 kilómetros. Sé que a partir de ahora es todo subida y me lo tomo con calma, solo tengo la idea de no bajar el ritmo. Sigo avanzando y van pasando los kilómetros que ahora se me hacen algo más largos que en la primera vuelta. Supero el 18 y ya sé que voy a llegar a la meta sin problemas solo falta saber si podré bajar de la 1:50 que me he marcado como objetivo a mitad de la carrera.

Ya veo al final de la avenida a Don Quijote y me lo marco como referencia para estos últimos metros que me separan del final de la subida. Me pongo a la par que otro corredor que va protestando del viento y la cuesta, le animo pero no parece que haga mucho efecto. Por fin estoy arriba y ya solo queda dejarse caer hasta la meta, exijo un poco más a mis piernas y aprovecho la bajada para lanzarme hacia la meta son los últimos 500 metros para disfrutar.

Me recibe el grupo de Batukada que anima la carrera y al ritmo de los tambores hago los últimos metros para cruzar la meta en unos estupendos 1:48:35. Que gustazo da cuando todo sale bien en las carreras, cuando sufres poco y disfrutas mucho y además terminas en un tiempo que puedes comentar entre los amigos runners.


Me sorprenden en la meta con una medalla que no esperaba y un buen avituallamiento con fruta, dulce y bebida de todo tipo. Hay hasta un photo call  para hacerse una foto con el fondo del cartel de la media. Mientras recupero me cruzo con la liebre de la 1:50, le agradezco el ritmo y los kilómetros que corrimos juntos, siempre es de agradecer que alguien se moleste en correr para facilitar el esfuerzo de los demás corredores. Personalmente me gustaría hacer de liebre en alguna carrera pero nunca he tenido la oportunidad.

Bueno ya solo queda regresar a casa pero antes paso a comprar unos Bizcochos Borrachos, especialidad de Guadalajara, de los que tengo un gran recuerdo por mi abuelo, que era un dulcero empedernido y se los comía de un solo bocado.

Después de un otoño muy tranquilo en donde no he corrido ninguna carrera he decidido marcarme algún nuevo reto para el año que viene que me obligue a esforzarme. Y no se me ha ocurrido nada más fácil que intentar correr una media maratón mensual durante el próximo año.

A pesar del gran número de carreras que se realizan en España casi todas se concentran en cuatro meses al año y de hecho no he sido capaz de encontrar medias maratones de asfalto que se corran en los meses de verano por lo que mi reto se reduce a 10 carreras en 10 meses. Hay va mi reto:

    Diciembre – Media Maratón de Guadalajara
    Enero – Media Maratón Ciudad de Castellón
    Febrero – Media Maratón Coruña 21
    Marzo – Media Maratón Ciudad de Salamanca
    Abril – Medio Maratón de Madrid
    Mayo – Media Maratón Pamplona
    Junio – Media Maratón Ciudad de Albacete
    Septiembre – Medio Maratón Abel Antón Ciudad de Soria
    Octubre -  Bilbao Night Maraton
    Noviembre – Media Maratón de Córdoba

La primera ya está superada a ver como se me dan las otras nueve restantes y si soy capaz de terminar o me quedo en el camino