Domingo 17 de Diciembre del 2017
La Carrera Popular Villa de Aranjuez
con 34 ediciones a sus espaldas es una de las grandes clásicas de la Comunidad
de Madrid. Al amparo de la popularidad de esta carrera han aparecido en
Aranjuez durante los últimos años otras
muchas carreras de todas las distancias, de las que cabe destacar la media
maratón y la nocturna veraniega, pero en
ningún caso han podido desbancar a estos 10 km que cada año cuenta con más
adeptos.
El recorrido tiene un perfil casi
plano lo que permite realizar muy buenas marcas y durante años los corredores
madrileños la han utilizado para conseguir una marca que les permita correr en la
San Silvestre Vallecana Internacional el día de fin de año. Se realiza a
mediados de Diciembre y suele coincidir con otras carreras también muy clásicas
de la comunidad como el Trofeo Akiles en la Casa de Campo o la Carrera de
Navidad de Cercedilla, por lo que deberemos elegir a cuál de ellas queremos
apuntarnos.
Menos la salida y la llegada
situadas en la Avenida del Príncipe, el resto de la carrera transcurre por
fuera de la villa, primero por el Camino de las Aves y luego por dentro de los
Jardines del Príncipe. Gran parte de los kilómetros del circuito transcurre en
paralelo al curso del río Tajo, lo que nos permite disfrutar de su compañía
aunque en ocasiones no lo veamos. Desde mi punto de vista la elección del
recorrido es un gran acierto, nos evitamos las calles estrechas y los cambios
bruscos de dirección a los que nos obligaría un circuito por el interior de las
callejuelas de la ciudad y nos permite disfrutar de las arboledas que acompañan
el camino, así como los parterres, los
estanques y las estatuas que jalonan el jardín.
La Organización como las mejores.
Una buena bolsa del corredor, este año con una bolsa para las zapatillas de la
marca Joma algo poco habitual, camiseta, buff y demás regalos. La salida se
realiza en dos oleadas, lo cual no parece muy necesario para una carrera con
una participación de 6000 corredores, pero resulta indispensable por la estrechez
de algunas sendas dentro del parque. La hora de comienzo las 12:00 de la mañana
permite llegar desde todos los puntos de la comunidad sin tener que madrugar en
exceso. Advertir que aunque no se avisa en el reglamento solo existe
avituallamiento en la meta, por lo que no tendremos agua a mitad de recorrido
como es habitual en casi todas las carreras de esta distancia.
El único inconveniente es que en
los últimos años es obligatorio recoger el dorsal el día antes lo que nos
obliga a los que no somos residentes a venir hasta Aranjuez dos veces el mismo
fin de semana. Es cierto que este año se ofrecía la opción de que nos enviaran
el dorsal por correo, eso sí con un sobreprecio nada desdeñable de 5 euros.
Yo opte por ir el sábado con la
familia a pasar el día a Aranjuez, visitar el Palacio Real y los jardines,
incluida la visita al museo de Falúas Reales, curiosos botes a remos que
utilizaban los reyes para pasear por el río Tajo, y que es visita obligada para
un “marinero” como yo. Además aproveche para saborear una estupenda comida en
la Rana Verde uno de los restaurantes más típicos y turísticos de Aranjuez,
pero con un menú excelente a muy buen precio.
http://www.carrerapopulararanjuez.com/
Como la carrera comienza a las 12
de la mañana, no es necesario que madrugue demasiado y salgo tranquilamente de
Madrid, en esta ocasión solo, para dirigirme a Aranjuez dispuesto a completar
la última carrera de mi objetivo del TOP 10 de los 10.000 Madrileños. Pero a 3
kilómetros de Aranjuez ya estamos atascados para entrar en la ciudad, y es que
somos muchos corredores y la ciudad no admite tanto coche. Se ha habilitado el
aparcamiento del recinto ferial a la entrada de la ciudad para evitar que
colapsemos las calles, pero no es suficiente para tanto coche y entre todos
hemos organizado un caos terrorífico buscando el mejor sitio lo más cerca posible
de la salida.
Empiezo a ponerme algo nervioso
pero al final parece que la cola se mueve y llego al aparcamiento, no intento
acerarme más y suelto el coche donde puedo, que es en el arcén de la carretera de
Madrid encima de un prado porque todo el parking está completo.
Una vez que he conseguido soltar
el coche ya solo queda llegar hasta la salida que está a un par de kilómetros. Pero
al final tengo tiempo de sobra y ya sin nervios se convierte en un paseo muy
agradable a la orilla del Tajo. Hay un ambientazo de corredores y es que a
pesar de no ser en la capital la carrera tiene mucho tirón, por su recorrido
llano y las fechas próximas a final de año. Antes de ir a la salida aprovecho
para calentar un poco por la Calle de la Reina, pegada a los jardines del
Príncipe, y es que en esta ciudad todo es muy monárquico. A amanecido un día
perfecto para correr, con sol pero sin calor, un maravilloso día de invierno
madrileño que cada año se parece más a la primavera.
Va siendo la hora y me voy hacia
la salida en la Avenida del Príncipe. Como somos un buen número de corredores
la Organización da dos salidas para evitar las aglomeraciones en los tramos más
estrechos del interior del parque del Príncipe. Por mi mediocre marca de los
últimos años en la distancia de los 10 km me toca salir en la segunda oleada.
Mi objetivo esta mañana es
simplemente disfrutar de la carrera, ir a un ritmo relajado olvidarme del crono
y dejarme llevar por las sensaciones. Bueno en el fondo es lo que llevo
haciendo los dos últimos años, una vez que descubrí que jamás iba a ganar
ninguna carrera y que mis mejores diez carreras ya las había corrido.
Dan la segunda salida y cruzo el
arco en medio del pelotón. Los primeros 2 kilómetros son en subida y
transcurren por el interior del pueblo. Hay mucha gente animando y se agradece,
cruzamos un par de rotondas en donde el grupo se divide por ambos lados como en
las carreras ciclistas. El pueblo es pequeño y en seguida estamos en las
afueras corriendo por una zona de chalets adosados y naves industriales camino
del campo que lo rodea.
Ahora ya desaparece el público y quedamos
únicamente el grupo de corredores y algún despistado al que la carrera le ha
cogido por sorpresa cuando volvía de dar su paseo matinal andando o en bici.
Corremos por el Camino de las Aves, un paseo enmarcada por una línea de árboles
a ambos lados en medio del campo. El arbolado nos da sombra y hace que el
camino sea muy agradable,
Unos lugareños que corren delante
de mí, comentan a sus acompañantes que ellos están acostumbrados a correr por
esta zona, pero que para los que lo hacemos por primera vez es un privilegio,
que el recorrido es espectacular y único. Quitando la pasión que cada uno
siente por su pueblo, estoy de acuerdo en que el recorrido es muy bonito y
merece la pena darse el paseo para disfrutarlo.
Quizás resulte un poco exagerado decir que es único, de hecho a mí me
recuerda mucho al Paseo de los Plátanos en la madrileña Casa de Campo.
Avanzo a ritmo ligero
aprovechando que el recorrido en este tramo es completamente llano y disfrutando
del paisaje. Giramos a la izquierda para continua por otro paseo arbolado en
esta ocasión pegado al Tajo. Al ser una larga recta podemos ver la fila de
corredores por delante y por detrás que ocupan varios kilómetros.
Volvemos hacia Aranjuez por la
Calle de la Reina para desviarnos y entrar en el Parque del Príncipe, por la
puerta de la Casa del Labrador. Y nos encontramos con la famosa “casa” que
realmente es un palacio que recibe su nombre por haberse edificado sobre una
antigua casa de labranza de la que solo queda ya el nombre.
Lo rodeamos por uno de sus
laterales y nos metemos de lleno en el jardín. Para mí la zona más bonita con
diferencia del recorrido, este jardín bordeado por el Tajo, es famoso por sus
zonas ornamentales y sus fuentes. Corremos pegados al río en un paseo
privilegiado y así lo disfruto dejándome llevar por el grupo sin forzar el
ritmo lo más mínimo y disfrutando de correr por un lugar especial. Pasamos por
la fuente de Apolo y cerca de la de Narciso, todos dioses griegos.
Llegamos al embarcadero real
donde los antiguos monarcas subían a sus falúas para realizar sus relajantes
paseos por el Tajo, mientras los remeros les hacían avanzar, eso sí que era
vida “Real”. Terminamos el recorrido por el interior del jardín, saliendo por la
entrada principal, reconozco que se me han hecho cortos estos casi 2 kilómetros
por dentro del jardín.
Nos quedan los últimos 2
kilómetros y medio del recorrido, primero por la Calle de la Reina, con mucha
gente animando ya desde la salida de los jardines. En este tramo volamos hacia
la meta, pero antes tenemos la única cuesta importante del recorrido, escasos
200 metros pero de buena pendiente que me obliga a apretar los dientes después
de lo relajado que venia del paseo por los jardines reales.
Ultimo kilómetro de bajada hasta
la meta de nuevo por la Avenida del Príncipe de la que hemos salido. Miro por
primera vez el reloj desde que he comenzado a correr y me sorprendo con la posibilidad
de poder volver a bajar de los 50 minutos. Está claro que el recorrido es
realmente plano y muy favorable para hacer buena marca como se comenta. Decido
que es el momento de exigirme un “poquito” y subo el ritmo aprovechando la
inercia de la bajada. Y así cruzo la meta en unos estupendo 48:36.
Una buena marca hecha con poco
esfuerzo, una sorpresa muy agradable para terminar la temporada este año.
Disfrutando de la soleada mañana y dando cuenta de una buena naranja, recorro
de vuelta el paseo por la ribera del Tajo hasta llegar al coche. Con algo de
follón pero sin el atasco de esta mañana salgo de Aranjuez para llegar a Madrid
a comer con la familia. Al final una mañana perfecta.
Con esta carrera termino mi
objetivo de los TOP 10 de los 10.000 Madrileños que comencé el último día del
año 2011 corriendo la San Silvestre Vallecana. Desde entonces he terminado las 10 carreras, algunas en varias ocasiones
como el Trofeo Akiles, la Carrera del Agua o la Carrera de la Ciencia.
Finalizado el reto de los 10.000
y el de las tres grandes medias y casi a punto de terminar el de los seis
maratones más veteranos de España, en donde una vez que ya no se celebra el clásico
de Bilbao sustituido por el Bilbao Night Marathon, sólo me falta correr en
Barcelona, debería buscarme nuevos objetivos.
Realmente después de mi estreno
internacional en la Media Maratón de Lisboa, ya prepare mi lista de los 14
maratones internacionales que me gustaría correr, tarea que comenzare esta
primavera con el Maratón de Roma. Y desde hace unos años me propuse intentar
correr en todas las capitales de provincias españolas, un total de 50 carreras,
a las que habría que sumar las dos ciudades autónomas y las dos capitales de
comunidad que no son capital de provincia, Mérida y Santiago de Compostela,
total nada menos que 54 carreras. Ya puedo tachar 10 de ellas, por lo que
“sólo” me quedan 44 ciudades en las que correr.
Si sumamos hacen un total de 58
carreras, teniendo en cuenta que cada año suelo correr unas 7 u 8 carreras y siempre
repito en alguna de las que ya he corrido, eso quiere decir que podría correr 5
al año. Por lo que necesitare 11 años para correrlas todas y francamente no me
veo corriendo carreras con 60 años…. o a lo mejor sí.