viernes, 26 de septiembre de 2014

Correr 100 km da para mucho

El pasado sábado 20 de septiembre particié en mi primera carrera de larga distancia, un recorrido de poco más de 100 km entre Madrid y Segovia.

De la experiencia he sacado muchas sensaciones y aprendido alguna cosa nueva. Pero ya antes de ponerme a correr descubrí que 100 km dan para mucho, dan para mucho antes, durante y después de la carrera.


Dan para que meses antes ya tengas que esprintar para poder hacerte con uno de los 1200 dorsales que se ponen a la venta y que se acaban en menos de 24 horas. Una auténtica locura, casi como las peleas en la puerta del Corte Ingles el primer día de las rebajas de enero.

Una vez superada esta prueba es cuando te planteas como narices se entrena para correr 100 km seguidos. Te sumerges en el maravilloso mundo de internet buscando un plan que sea compatible con tu trabajo, tu familia, tus otras aficiones, las vacaciones y descubres que es imposible llegar a todo sin dejar de dormir y comer. Entonces es cuando decides que correrás lo que puedas y cuando puedas, lo cual nunca te parecerá suficiente.

Intentas encajar con calzador las tiradas largas que según tu plan ideal deben durar 6, 7 y hasta 8 horas. Madrugas en plenas vacaciones o el fin de semana y aun así cuando vuelves pasado el mediodía te encuentras a la familia esperándote y enfadada. Y quien es el valiente que se atreve a decirles que llegas reventado y que no tienes ganas de hacer nada.

También da para descubrir con horror que en el colmo de tu locura, empiezas a pensar que es normal salir a correr durante 3 horas seguidas.

Dan para que adquieras la infinidad de nuevos accesorios que se consideran “esenciales” para este tipo de carreras. Mochila de hidratación o riñonera con botellines para llevar el líquido. Unos bastones con la idea de convertirte en animal cuadrúpedo cuando tus piernas estén agotadas e intentar utilizar tus brazos para arrastrarte hasta la meta. Multitud de geles, barritas, bebidas isotónicas y todo tipo de inventos modernos que intentan sustituir al clásico bocadillo de chorizo y el botijo con agua.

Da para  varios meses en donde preparar los 100 km se convierte en tu pequeña obsesión en la que intentas involucrar a todo el que conoces sin darte cuenta que ellos solo ven en tu aventura una locura sin ningún sentido.

Y por fin llega el día de la carrera y los 100 km vuelven a dar para mucho, en mi caso para más de 15 horas. En ese tiempo pasas de la euforia al abatimiento, de pensar que no puedes más y lo mejor es abandonar a no tener ninguna duda de que lo vas a conseguir y acelerar en las bajadas.

Dan para correr y para andar, para ir rápido y lento, para pararte y volver a arrancar, para hablar con otros corredores, oír música o hundirte en tus pensamientos. Para adelantar y ser superado por multitud de corredores, que en este caso si entienden porque quieres correr 100 km.

En mi caso también dio para tener pendientes y preocupados a toda mi familia y amigos. Por una vez comprendí la utilidad del WhatsAap, que me permitió tenerles informado de que seguía vivo y animado, de mandarles fotos en donde ponía mi mejor sonrisa para intentar que se preocuparan lo menos posible. Pero sobretodo me sirvió para recibir el apoyo y los ánimos de todos ellos que me llevaron en volandas hasta Segovia.

Como resumen de todos los mensajes recibidos reproduzco algunos que representan tanto sus ánimos como su incredulidad por lo que estaba haciendo.

Gigante que tú puedes

Pero bueno…. hasta que hora vas a estar corriendo?

Descansa un poco hijo que son 100 km

Enhorabuena, no se para que lo haces pero… estoy a favor sea por lo que sea

También dan para que muchos amigos se acerquen al recorrido para darte en persona sus ánimos. Después de meses hablándoles de tu reto casi consigues que lo asuman como propio y se sientan parte de tu aventura, Algunos se acercan para comprobar que es cierto que estas corriendo esta locura, otros solo para darte ánimos o porque pasas cerca de su casa y los más osados se atreven a correr contigo unos kilómetros. Pero a todos se lo agradeces por igual.

Pero para lo que verdaderamente dan 100 km corriendo es para conocer nuevos caminos, paisajes y pueblos y a mucha gente, gente con la que en la mayoría de los casos no volverás a coincidir y con los que compartes algunos kilómetros, intercambias pocas palabras pero muchas sensaciones. Y aunque parece imposible siempre encuentras a alguna persona conocida de la que no sospechabas que estuviera tan loco como tú para apuntarse a este tipo de carreras y que sólo por ese hecho pasa de ser conocido a amigo.

Y por supuesto correr una carrera de ultra distancia da para mucho una vez terminada. Da para hablar de ella durante días, meses y seguro que hasta años, es algo que podrás contar a tus nietos y ellos por una vez te prestaran atención, siempre con la duda de si el abuelo ha  perdido la cabeza. Para convencerlos siempre estará la medalla que demuestra tu logro y tu locura a partes iguales.


También para recibir un montón de felicitaciones y alabanzas de amigos, familiares y todo aquel al que se lo cuentas. Y nadie negara que a todos nos gusta ser héroes por un día, aunque en el fondo nos demos cuenta de que en realidad nos toman por locos.

Da también para muchos dolores y algunos casos para largas lesiones, que solemos exhibir orgullosos como las heridas de una batalla que hemos conseguido ganar. Alguien me comento alguna vez que correr un maratón implicaba una semana menos de vida para la persona que lo corría, haciendo cuentas los 100 km  nos salen a 2 semanas y media menos de nuestra existencia pero personalmente las doy por buenas, creo que me sobran si no hago lo que me gusta.

Pero sobre todo para muchos recuerdos y experiencias que de otro modo no hubiéramos adquirido nunca. Muy lejos de mi intención insinuar que todo el mundo debe vivir una experiencia como esta, pero si estoy seguro que él que lo hace lo recordara toda la vida, son de esas cosas que dejan huella y de las que uno se siente orgulloso.

Como veis 100 km también da para escribir mucho, por lo que tendréis que esperar para que os cuente como fueron mis primeros 100 km corriendo.

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