lunes, 30 de abril de 2018

Aranjuez villa de reyes, fresas y corredores


Domingo 17 de Diciembre del 2017

La Carrera Popular Villa de Aranjuez con 34 ediciones a sus espaldas es una de las grandes clásicas de la Comunidad de Madrid. Al amparo de la popularidad de esta carrera han aparecido en Aranjuez durante los últimos años  otras muchas carreras de todas las distancias, de las que cabe destacar la media maratón y la nocturna  veraniega, pero en ningún caso han podido desbancar a estos 10 km que cada año cuenta con más adeptos.

El recorrido tiene un perfil casi plano lo que permite realizar muy buenas marcas y durante años los corredores madrileños la han utilizado para conseguir una marca que les permita correr en la San Silvestre Vallecana Internacional el día de fin de año. Se realiza a mediados de Diciembre y suele coincidir con otras carreras también muy clásicas de la comunidad como el Trofeo Akiles en la Casa de Campo o la Carrera de Navidad de Cercedilla, por lo que deberemos elegir a cuál de ellas queremos apuntarnos.

Menos la salida y la llegada situadas en la Avenida del Príncipe, el resto de la carrera transcurre por fuera de la villa, primero por el Camino de las Aves y luego por dentro de los Jardines del Príncipe. Gran parte de los kilómetros del circuito transcurre en paralelo al curso del río Tajo, lo que nos permite disfrutar de su compañía aunque en ocasiones no lo veamos. Desde mi punto de vista la elección del recorrido es un gran acierto, nos evitamos las calles estrechas y los cambios bruscos de dirección a los que nos obligaría un circuito por el interior de las callejuelas de la ciudad y nos permite disfrutar de las arboledas que acompañan el camino,  así como los parterres, los estanques y las estatuas que jalonan el jardín.

La Organización como las mejores. Una buena bolsa del corredor, este año con una bolsa para las zapatillas de la marca Joma algo poco habitual, camiseta, buff y demás regalos. La salida se realiza en dos oleadas, lo cual no parece muy necesario para una carrera con una participación de 6000 corredores, pero resulta indispensable por la estrechez de algunas sendas dentro del parque. La hora de comienzo las 12:00 de la mañana permite llegar desde todos los puntos de la comunidad sin tener que madrugar en exceso. Advertir que aunque no se avisa en el reglamento solo existe avituallamiento en la meta, por lo que no tendremos agua a mitad de recorrido como es habitual en casi todas las carreras de esta distancia.

El único inconveniente es que en los últimos años es obligatorio recoger el dorsal el día antes lo que nos obliga a los que no somos residentes a venir hasta Aranjuez dos veces el mismo fin de semana. Es cierto que este año se ofrecía la opción de que nos enviaran el dorsal por correo, eso sí con un sobreprecio nada desdeñable de 5 euros.

Yo opte por ir el sábado con la familia a pasar el día a Aranjuez, visitar el Palacio Real y los jardines, incluida la visita al museo de Falúas Reales, curiosos botes a remos que utilizaban los reyes para pasear por el río Tajo, y que es visita obligada para un “marinero” como yo. Además aproveche para saborear una estupenda comida en la Rana Verde uno de los restaurantes más típicos y turísticos de Aranjuez, pero con un menú excelente a muy buen precio.

http://www.carrerapopulararanjuez.com/












Como la carrera comienza a las 12 de la mañana, no es necesario que madrugue demasiado y salgo tranquilamente de Madrid, en esta ocasión solo, para dirigirme a Aranjuez dispuesto a completar la última carrera de mi objetivo del TOP 10 de los 10.000 Madrileños. Pero a 3 kilómetros de Aranjuez ya estamos atascados para entrar en la ciudad, y es que somos muchos corredores y la ciudad no admite tanto coche. Se ha habilitado el aparcamiento del recinto ferial a la entrada de la ciudad para evitar que colapsemos las calles, pero no es suficiente para tanto coche y entre todos hemos organizado un caos terrorífico buscando el mejor sitio lo más cerca posible de la salida.

Empiezo a ponerme algo nervioso pero al final parece que la cola se mueve y llego al aparcamiento, no intento acerarme más y suelto el coche donde puedo, que es en el arcén de la carretera de Madrid encima de un prado porque todo el parking está completo.

Una vez que he conseguido soltar el coche ya solo queda llegar hasta la salida que está a un par de kilómetros. Pero al final tengo tiempo de sobra y ya sin nervios se convierte en un paseo muy agradable a la orilla del Tajo. Hay un ambientazo de corredores y es que a pesar de no ser en la capital la carrera tiene mucho tirón, por su recorrido llano y las fechas próximas a final de año. Antes de ir a la salida aprovecho para calentar un poco por la Calle de la Reina, pegada a los jardines del Príncipe, y es que en esta ciudad todo es muy monárquico. A amanecido un día perfecto para correr, con sol pero sin calor, un maravilloso día de invierno madrileño que cada año se parece más a la primavera.

Va siendo la hora y me voy hacia la salida en la Avenida del Príncipe. Como somos un buen número de corredores la Organización da dos salidas para evitar las aglomeraciones en los tramos más estrechos del interior del parque del Príncipe. Por mi mediocre marca de los últimos años en la distancia de los 10 km me toca salir en la segunda oleada.

Mi objetivo esta mañana es simplemente disfrutar de la carrera, ir a un ritmo relajado olvidarme del crono y dejarme llevar por las sensaciones. Bueno en el fondo es lo que llevo haciendo los dos últimos años, una vez que descubrí que jamás iba a ganar ninguna carrera y que mis mejores diez carreras ya las había corrido.


Dan la segunda salida y cruzo el arco en medio del pelotón. Los primeros 2 kilómetros son en subida y transcurren por el interior del pueblo. Hay mucha gente animando y se agradece, cruzamos un par de rotondas en donde el grupo se divide por ambos lados como en las carreras ciclistas. El pueblo es pequeño y en seguida estamos en las afueras corriendo por una zona de chalets adosados y naves industriales camino del campo que lo rodea.

Ahora ya desaparece el público y quedamos únicamente el grupo de corredores y algún despistado al que la carrera le ha cogido por sorpresa cuando volvía de dar su paseo matinal andando o en bici. Corremos por el Camino de las Aves, un paseo enmarcada por una línea de árboles a ambos lados en medio del campo. El arbolado nos da sombra y hace que el camino sea muy agradable,

Unos lugareños que corren delante de mí, comentan a sus acompañantes que ellos están acostumbrados a correr por esta zona, pero que para los que lo hacemos por primera vez es un privilegio, que el recorrido es espectacular y único. Quitando la pasión que cada uno siente por su pueblo, estoy de acuerdo en que el recorrido es muy bonito y merece la pena darse el paseo para disfrutarlo.  Quizás resulte un poco exagerado decir que es único, de hecho a mí me recuerda mucho al Paseo de los Plátanos en la madrileña Casa de Campo.

Avanzo a ritmo ligero aprovechando que el recorrido en este tramo es completamente llano y disfrutando del paisaje. Giramos a la izquierda para continua por otro paseo arbolado en esta ocasión pegado al Tajo. Al ser una larga recta podemos ver la fila de corredores por delante y por detrás que ocupan varios kilómetros.

Volvemos hacia Aranjuez por la Calle de la Reina para desviarnos y entrar en el Parque del Príncipe, por la puerta de la Casa del Labrador. Y nos encontramos con la famosa “casa” que realmente es un palacio que recibe su nombre por haberse edificado sobre una antigua casa de labranza de la que solo queda ya el nombre.


Lo rodeamos por uno de sus laterales y nos metemos de lleno en el jardín. Para mí la zona más bonita con diferencia del recorrido, este jardín bordeado por el Tajo, es famoso por sus zonas ornamentales y sus fuentes. Corremos pegados al río en un paseo privilegiado y así lo disfruto dejándome llevar por el grupo sin forzar el ritmo lo más mínimo y disfrutando de correr por un lugar especial. Pasamos por la fuente de Apolo y cerca de la de Narciso, todos dioses griegos.

Llegamos al embarcadero real donde los antiguos monarcas subían a sus falúas para realizar sus relajantes paseos por el Tajo, mientras los remeros les hacían avanzar, eso sí que era vida “Real”. Terminamos el recorrido por el interior del jardín, saliendo por la entrada principal, reconozco que se me han hecho cortos estos casi 2 kilómetros por dentro del jardín.

Nos quedan los últimos 2 kilómetros y medio del recorrido, primero por la Calle de la Reina, con mucha gente animando ya desde la salida de los jardines. En este tramo volamos hacia la meta, pero antes tenemos la única cuesta importante del recorrido, escasos 200 metros pero de buena pendiente que me obliga a apretar los dientes después de lo relajado que venia del paseo por los jardines reales.

Ultimo kilómetro de bajada hasta la meta de nuevo por la Avenida del Príncipe de la que hemos salido. Miro por primera vez el reloj desde que he comenzado a correr y me sorprendo con la posibilidad de poder volver a bajar de los 50 minutos. Está claro que el recorrido es realmente plano y muy favorable para hacer buena marca como se comenta. Decido que es el momento de exigirme un “poquito” y subo el ritmo aprovechando la inercia de la bajada. Y así cruzo la meta en unos estupendo 48:36.


Una buena marca hecha con poco esfuerzo, una sorpresa muy agradable para terminar la temporada este año. Disfrutando de la soleada mañana y dando cuenta de una buena naranja, recorro de vuelta el paseo por la ribera del Tajo hasta llegar al coche. Con algo de follón pero sin el atasco de esta mañana salgo de Aranjuez para llegar a Madrid a comer con la familia. Al final una mañana perfecta.


Con esta carrera termino mi objetivo de los TOP 10 de los 10.000 Madrileños que comencé el último día del año 2011 corriendo la San Silvestre Vallecana. Desde entonces he terminado  las 10 carreras, algunas en varias ocasiones como el Trofeo Akiles, la Carrera del Agua o la Carrera de la Ciencia.

Finalizado el reto de los 10.000 y el de las tres grandes medias y casi a punto de terminar el de los seis maratones más veteranos de España, en donde una vez que ya no se celebra el clásico de Bilbao sustituido por el Bilbao Night Marathon, sólo me falta correr en Barcelona, debería buscarme nuevos objetivos.

Realmente después de mi estreno internacional en la Media Maratón de Lisboa, ya prepare mi lista de los 14 maratones internacionales que me gustaría correr, tarea que comenzare esta primavera con el Maratón de Roma. Y desde hace unos años me propuse intentar correr en todas las capitales de provincias españolas, un total de 50 carreras, a las que habría que sumar las dos ciudades autónomas y las dos capitales de comunidad que no son capital de provincia, Mérida y Santiago de Compostela, total nada menos que 54 carreras. Ya puedo tachar 10 de ellas, por lo que “sólo” me quedan 44 ciudades en las que correr.

Si sumamos hacen un total de 58 carreras, teniendo en cuenta que cada año suelo correr unas 7 u 8 carreras y siempre repito en alguna de las que ya he corrido, eso quiere decir que podría correr 5 al año. Por lo que necesitare 11 años para correrlas todas y francamente no me veo corriendo carreras con 60 años…. o a lo mejor sí.

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