domingo, 29 de julio de 2012

De Cala de Mijas al Faro de Calaburras

Me gustan los faros, por eso cuando tengo la oportunidad los utilizo como referencia en mis entrenamientos. Corro hacia ellos, los puedo divisar desde lejos, y según avanzo los pierdo de vista tras una curva o una montaña para volverlos a ver ahora más cerca, por fin llego hasta ellos y giro a su alrededor para volver al lugar de donde partí. 

Faro de Calaburras

Señal luminosa: 1 destello cada 20 segundos. Alcance: 18 millas marinas.

El faro de Calaburras se encuentra en las costas malagueñas, entre Fuengirola y La Cala de Mijas. Es el primer faro de tráfico aéro-marítimo construido en España, actualmente sigue operativo y se utiliza como marca para tomar la dirección en el acceso al Estrecho de Gibraltar.

Parece un faro pequeño y esbelto, pero en realidad es bastante alto, alcanza los 25 m de altura, además es el más importante de toda Málaga, lugar de residencia del farero que controla el funcionamiento del resto de los faros de la provincia.


Está rodeado por casas y sobre la autopista A-7, exactamente en el Km 205, por lo que es fácil que nos crucemos con él mientras viajamos en coche. Separado del mar por la carretera que en esa zona está casi montada sobre el mar, de hecho unos bloques cuadrados de hormigón en la orilla, sirven como rompeolas para protegerla de la fuerza de las olas.

Comparte montículo con una antigua torre de vigilancia y protección de las muchas que jalonan la costa de Málaga, como el faro recibe el nombre de la punta donde esta edificada, Torre de Calaburras. Esto nos demuestra una vez más que las distintas civilizaciones hemos ido asentándonos sobre las anteriores.


Construida en 1575, tiene planta troncocónica de 9 m de diámetro y una altura de 13,4 m. Hasta que dejó de estar operativa disponía de dos cañones y una dotación de tres personas,  para proteger la costa del ataque de los piratas, actualmente está abandonada y reconvertida en palomar natural.


Mi carrera comienza en el pueblo de La Cala de Mijas. Bajo corriendo desde casa y atravieso el pueblo hasta el Torreón, en realidad es una pequeña fortaleza construida en piedra y ladrillo, situada en el centro del pueblo. En sus buenas épocas disponía de varias piezas de artillería pesada y de un pequeño destacamento capaz de defender la playa.

En su base comienza el corto paseo marítimo que bordea la playa y que me conduce hasta el final del pueblo. Muere antes de llegar a la autopista y tenemos que desviarnos un poco hacia el pueblo para poder tomar el camino paralelo a la autopista A-7.


A partir de ese momento ya no hay pérdida, sólo hay que correr sin separarnos de la autopista hasta el faro, es un recorrido aproximadamente de 4 km.

Al principio el camino es un paso de peatones de escasamente un metro de ancho entre el quitamiedos de la carretera y una valla de madera que nos protege de caer por el terraplén que nos separa de las playas que quedan a nuestra derecha.

Un poco más adelante se convierte en una calle de servicio a las urbanizaciones que se han construido entre la autopista y el mar. Tenemos más espacio para correr, podemos optar por la calzada o la acera, en cualquier caso habrá que estar atento a los coches que entran y salen de la autopista.


En todo momento iremos viendo a lo lejos el faro y a nuestra derecha las playas de esta zona. Aunque a veces las casas nos tapan el mar, la mayoría del recorrido esta libre de edificaciones y podemos ir disfrutando de las vistas.

Estas playas son pequeñas calas de arena gruesa entre barreras rocosas, tienen poca afluencia de bañistas, ya que el acceso no es sencillo y cuando se levanta el viento, el mar golpea fuerte por lo que el baño es peligroso. Pero algunos arenales son más grandes con un acceso bien señalizado, aparcamiento y algo más protegidos, hay que destacar un par de ellos:

La playa del “Sheriff”, el viento en esta zona entra paralelo a la costa, lo que ha convertido esta playa en zona de los locos del windsurf y del kitesurf, con sus enormes cometas y velas multicolores. Podemos verles hacer acrobacias y deslizarse a toda velocidad aprovechando las tardes ventosas.


La playa “Naturista”, lo que antes se llamaba nudista pero que ahora resulta políticamente incorrecto. No tiene mucha afluencia, siempre pienso porque en estas playas la mayoría de los bañistas son hombres de mediana edad ya entrados en carnes. Seguro que en las costas de más glamour los parroquianos son distintos, tendré que visitar las de Ibiza o las islas griegas.


El camino en algunos tramos se vuelve agreste y la vegetación crece muy pegada al camino siendo la única protección para no caer al terraplén, en otros volveremos a circular por las aceras de las casas y urbanizaciones. Hay algunos miradores y zonas de descanso por si decidimos hacer una paradita.

Durante nuestra carrera podemos cruzarnos con los mercantes y ferris navegando por el mar, ya que en esta zona el tráfico marítimo es constante. Los que navegan más alejados de la costa van rumbo a África, generalmente a Ceuta, y los más pegados a costa van o vienen del Estrecho de Gibraltar.


Cuando llegamos a la altura del faro podemos continuar nuestro recorrido paralelo a la carretera camino de Fuengirola o cruzar la autopista hacia la Punta de Calaburras y acercarnos a la torre y el faro. Yo elijo en función de la distancia que quiera correr.

Si tomamos dirección a Calaburras, solo debemos seguir las indicaciones que hay en las calles de las urbanizaciones que rodean al faro. Hay de dos tipos las que nos marcan la dirección a seguir hacia la torre y las que nos indican que por ese camino no se llega al faro.

Es un poco laberinto pero siguiendo las indicaciones, podemos llegar hasta la base de la Torre de Calaburras. Está encerrada en el fondo de una calle de acceso a unos chalets, que le han comido el terreno a la antigua edificación. La cuesta final es muy pronunciada pero corta y la torre aunque deteriorada merece la visita.


En cambio al faro no se puede acceder, nos tendremos que contentar con verlo de lejos, pues está rodeado de casas particulares que no nos permiten acercarnos y por supuesto el camino de entrada tiene una verja bien cerrada.

Si decidimos seguir hacia Fuengirola podemos seguir haciendo kilómetros por el mismo camino paralelos a la autopista, hasta que decidamos que es suficiente, entonces solo tendremos que dar la vuelta y volver sobre nuestros pasos. Este tramo del camino es claramente en bajada, por lo tanto cuidadín que luego hay que volver cuesta arriba.

Aunque parezca mentira es un camino bastante concurrido ya que es la vía de acceso desde las urbanizaciones al pueblo. Y es fácil cruzarse con corredores, ciclista o gente que simplemente pasea solos o en pareja.


No es un recorrido exigente, es prácticamente llano y recto. Únicamente tener que subir y bajar de las aceras y esquivar los quitamiedos y las farolas en algunos tramos, además de compartir paso en las zonas estrechas, nos obliga a prestar atención, mientras tanto podemos disfrutar de la vista del mar.

Es cierto que el ruido y el humo no es lo que deseamos cuando nos ponemos a correr, y los coches y camiones que pasan a toda velocidad, no son la mejor compañía. Pero los que corremos diariamente por Madrid estamos acostumbrados y el correr tan pegados al mar sin ir por la playa no es algo habitual.

Hay que intentar aprovechar la primera hora de la mañana durante el verano para evitar el calor, ya que en todo el recorrido solo encontraremos la sombra de alguna tapia. Al atardecer también es una buena oportunidad, pero siempre con luz natural, cuando la noche cae el camino tiene tramos poco iluminados y los faros de los coches nos deslumbraran.

El viento es otro factor a tener en cuenta, en muchos tramos no existe protección y puede ser fuerte. En la mayoría de los días cuando corramos hacia el faro nos entrara por la espalda, pero durante la vuelta hacia La Cala será de cara y nos obliga a un esfuerzo adicional y a agarrar bien las gorras.

Existe la posibilidad de correr por la playa, pero no es muy cómodo ya que en esta zona la arena es muy gruesa y poco compacta por lo que nos hundiremos en cada zancada. La franja de arena mojada es muy estrecha y con mucha inclinación.


No podremos realizar el recorrido completo por la playa, ya que hay varios pasos en donde esta desparece y el mar golpea directamente contra las rocas, para continuar tendremos que pasar escalando o subiendo al camino de la autopista.

Si os animáis a hacer el recorrido atentos a las curiosidades de alguna de las casas, sobretodo a destacar la superestructura del buque que han plantado en uno de los jardines y las “maravillosas” esculturas de seudo bronce, a mí me encanta el carro con el guerrero griego tirado por dos caballos, pero la colección del toro, las garzas y la fuente del rey Neptuno con tridente que se despliega por el jardín de la casa pegada al faro es de un gusto exquisito.

2 comentarios:

  1. Pues si,buen recorrido para realizar corriendo,andando o en mi caso en bici que es como lo hago.Me encantaria poder visitar el faro por dentro,ya lo hice de pequeño pero la verdad que me gustaria volver a realizarlo y refrescar la memoria,tambien aprovechar y sacar alguna instantaneas desde su altura!!!!jajjaja.Buen post amigo!!!

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  2. Que recuerdos me trae ese trayecto, lo hice por primera vez en el año 1978. en esa epoca era raro cruzarse con alguien. Por supuesto no estaba como ahora. Buen post.

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